Raza cósmica, decía Vasconcelos,
raza Mexicana de piel cobriza, mestizaje que hace de su riqueza una
cantera cultural, multicolor, multirracial, que pende como en un
caleidoscopio brotando extrañas mezclas de colores y sabores.
Población joven que emerge, que se
mueve, puja cual parturienta por dar a través de sus entrañas el
producto de sus combinaciones. Máquina de tiempo que corre velozmente
para dar estructura a la vida que emerge de sí misma, envolviendo con su
paso de colores multiformes la egregia estatua de nuestra mexicaneidad.
Dicotomía ,alegría que pende y vuela,
tristeza que embarga también ante los embates de los retos invencibles
que generación tras generación se posan cual sombras del pasado en el
futuro promisorio de nuestro pensamiento, pero que renueva día a día
nuestro espíritu, nuestras ganas de ser una Nación orgullosa de nosotros mismos.
Péndulo que oscila entre el orgullo y la
vergüenza de nuestro infinito y puro pasado, mezclado con las impurezas
del conquistador, que domeñando la voluntad intacta del indígena
autóctono, revuelve el rencor y la desconfianza hacia construir el
futuro que nos fue arrebatado. Quetzalcóatl símbolo de
la leyenda que traería funestas consecuencias por su destierro e
humillación. Sometimiento obligado por el destino a pagar, pero también
voluntad inquebrantable de emerger y tener nuevamente en nuestras manos
el destino manifiesto que el Águila y la Serpiente significaron en aquel
acontecer que cuentan nuestros antepasados, que posada sobre un nopal
sería el símbolo de la poderosa Nación Azteca hoy convertida en nuestro
México.
Por eso México hoy 12 de Octubre y todos
los días creo en ti, porque entre tus leyendas, paisaje y población se
mezcla el jugoso néctar de tu esencia, de nuestro ser como mexicanos de
lo cual estamos orgullosos.
¿Quién es Ruben Mandoza Ayala?
Por Rubén Mendoza Ayala
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