De los cambios que hemos soñado los mexicanos, quizás el cultural sea
el más difícil de hacer y convencer a todos los interactuantes por
hacer. Sucede algo chistoso cuando atravesamos las línea divisoria con
EUA, quienes hemos tenido oportunidad de hacerlo, el chip empieza a
transformarse: “no tires papeles porque aquí si te multan”, “respeta el
límite de velocidad”; ” aquí las cosas son diferentes hay que respetar
al peatón”.
El cambio cultural tiene que traer en sí mismo una fé de todos, que
nos conviene hacerlo y obedecerlo por nuestro bien, y cual patrimonio
colectivo debemos cuidar de él. Ejemplo meterse a la cola de los boletos
sin tener lugar es una agresión que seguramente todos reprobarían hoy
en día, pues lo mismo es no darle el lugar a un Señora embarazada, no
cederle el paso al peatón, buscar sobornar al agente de tránsito y no
aceptar tu infracción.
Sin embargo el problema cultural no viene de un maestro que desde la
escuela nos diga lo que hay que hacer y cómo hacerlo, sino de crear
conciencia en todos que nos conviene hacerlo, eso es lo que habrá de
determinar en un futuro la transformación del mexicano.
Empezar por no aceptar ese tipo de conductas y frases y reprobarlas
es indispensable para que entre en la colectividad el sentimiento de
conveniencia de rechazo a lo inverosímil en lo que nos tiene los
partidos políticos sumidos a los ciudadanos: LA CULTURA DE LA
ILEGALIDAD, y su tácita aceptación.
¿Quién es Rubén Mendoza Ayala?
¿Quién es Rubén Mendoza Ayala?
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