No me asusta, ver participando a nuestra juventud en política, lo que
me preocupa es que se equivoquen y sea su error consecuencia de años
que van a tener que pagar en el largo plazo, o, postergar soluciones
hasta futuras generaciones, que ya no habrá de corresponder a ellos.
Abusivamente, los problemas de desempleo y la ausencia de valores en
el arte de gobernar de la oposición en su conjunto, ha dejado por
descarte natural al PRI como receptor de muchachos de 18 a 25 años,
quienes han sido cooptados con el ánimo de tener una remuneración al
menos para subsistir.
Astutamente el PRI, que es una derivación del poder mismo y no
conformación de un Partido Político auténtico, a través de los fondos
públicos, ha logrado tener una buena nómina de jóvenes que ven una
esperanza en tener al menos un emolumento con que vivir. Lo que pocos
saben o inteligen, es que seguirán siendo presa de esa malformación por
quienes luchamos por cambiar México y que como ruedas de molino volvemos
a empezar de nuevo.
Hemos asistido a innumerables conferencias en universidades,
detectando muchos jóvenes que militan en el PRI, pero a la hora de
entrarle a los temas de valores y malformación cultural, bajan la cabeza
y guardan silencio con vergüenza o evitan el debate porque saben que
están perdidos.
No tienen argumentos con defender al PRI sin duda, pero… la
circunstancia no los ha dejado mas que participar en él forzosamente.
Seguro estoy que muchos de lo que hoy veo, habrán tarde que temprano
darse cuenta que no es el camino de México, sin embargo, es menester
ayudarlos a razonar equilibradamente e ir creando juventud alterna que
no considere lo “anormal como parte de su normalidad cotidiana”. Tenemos
la obligación de expresarles que nuestra generación logró la
alternancia, pero de ellos simplemente dependerá, lograr el cambio
cultural por transformarnos en una Sociedad de valores, que en el PRI
dista mucho ser un proyecto, sino simplemente una comunidad de control
del poder público para tener a la Sociedad atrapada, como en muchos
Estados y municipios ocurre del país, donde la generalidad de su acción
en la comunidad es: “sométanse a aceptar que los mexicanos somos
corruptos, ineficientes y, la política es un arte del engaño y la
manipulación”, por supuesto nunca del progreso general, pero sí del
personal; con lo cual muchos no concordamos.
Bastante culpa posee mi generación, porque culturalmente fracaso en la consolidación de los valores de Honestidad, Evolución, Eficiencia, Innovación, mas sin embargo; hubimos muchos que sí lo logramos y de ello nuestra lucha por restablecer ese camino que por supuesto en los códigos del PRI no se comparten. Para nosotros ese es el camino jóvenes, un País con valores, lo cuales no encontraran en el revolucionario institucional.
¿Quién es Ruben Mendoza Ayala?
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